Semana 28/2

 En esta cuarta semana de prácticas y ya con casi un mes dentro del aula, empezó a cobrar forma el proyecto que lo había planteado la tutora la semana anterior. Por un lado hablamos entre los dos y decidimos que lo mejor era el colocar a los alumnos en grupos en función de su nivel académico, sus capacidades y sus relaciones personales, ya que los alumnos presentaban muchos comportamientos disruptivos, consideramos que estos podrían reducirse al colocarlos con otros alumnos con los que quizás no tuviesen tantos roces. Una tarea complicada con más puesto que cuadrar tantas variables ver algo bastante más complicado de lo que yo podía haber pensado, al final fue su tutora prácticamente las que les dividió puesto que las conocía mucho mejor que yo, asimismo dejamos grupo compuesto por aquellos alumnos que presentan mayores dificultades, y lo colocamos lo más próximo posible a la mesa del profesor. De esta forma el profesor podría mantener una atención mucho más exhaustiva en estos alumnos, ayudarles a desarrollar sus competencias y asegurarse que los contenidos habían quedado claros. 

En principio, esta división en grupos fue sujeto de algunas quejas por parte de los alumnos, puesto que no pudieron colocarse como a ellos les habría gustado con sus amigos de clase, así como por la posición dentro de la clase, ya que algunos alumnos y al principio se encontraban al frente de la clase, se vieron trasladados más al fondo. Establecimos un sistema de rotación y de roles dentro de los grupos, concretamente este rol sería el de portavoz del grupo, el encargado de transmitir al docente los problemas que puede haber dentro del grupo, las impresiones, las desavenencias general de actuar como secretario entre el grupo y el profesor. En cuanto al sistema rotativo, acordamos que cada semana esté encargado del grupo cambiaría, estableciendo un sistema de rotación a derechas para que fuese más sencillo saber a quién le tocaba en cada momento. Transcurridos los primeros 2 días, los alumnos ya se habían habituado a esta nueva dinámica en grupos, cabe decir que en general el ambiente de la clase mejoró, especialmente para los alumnos con dificultades, que ahora veía que cuando el profesor presta atención a su mesa podían hacer todas las preguntas a la vez de forma que se centraba la atención en ellos. 

Por mi parte continúe con mis sesiones individuales con este alumno que presentaba dificultades, avanzamos bastante en cuanto a las matemáticas y la lengua, y como ya comenté en la semana anterior, se realizó una reunión con la tutora del niño para hablar del tema del hogar, al final se llegó al acuerdo de que la luz nos pasaría a vivir con sus abuelos durante la semana lectiva. Este hecho supuso un cambio drástico en el comportamiento y la actitud del muchacho, al contar con mayor atención en casa y una mayor dedicación por parte de sus abuelos, su actitud mejoró notablemente, los esfuerzos también eran mucho mayores y la disposición del material y los deberes tuvieron una mejora exponencial. Evidentemente sería presentando un desfase curricular muy severo, y ciertos problemas de comportamiento, sin embargo la mejoría fue notable. 

Además de continuar con este alumno, también empecé a centrarme más en los el resto alumnos que también presentaban dificultades, atención entre el alumno concreto y el grupo, para de tal forma dejar más libertad tura pudiese encargarse del resto de la clase. Joaqui que me di cuenta que la forma de explicar que utilizaba con el alumno con el que había estado durante las semanas anteriores, no funcionaban ni tenía la misma eficacia con otros alumnos, de esta forma poco a poco y según les iba conociendo fui adaptando y mi forma de explicar para que pudiese entenderme cada uno de ellos. En general la dinámica de la clase empezó a ser mucho mejor, la tutora estaba mucho más libre de carga y podía centrarse mucho más en el resto de alumnos y avanzar las clases, y me daba la confianza suficiente a mí como para encargarme de los otros alumnos, los cuales poco a poco empezaron a alcanzar el nivel habitual de la clase. 

Fue en esta semana que se llevó a cabo el proyecto que anteriormente mencioné para utilizar Google Docs. Aproveché que en el área de lengua estaban viendo el tema del cuento, y decidí plantear un proyecto en el que cada alumno debería realizar un pequeño cuento siguiendo el esquema clásico de los mismos ya estudiado en clase. Para tratar de incentivar les a utilizar mayores herramientas de las básicas que ofrece un procesador de texto, les plantee que su cuento debería tener una ilustración, que podía funcionar a modo de portada, y un estilo de letra y un color distinto para el principio de un párrafo y el resto, siguiendo un poco el estilo que libros infantiles como los archiconocidos libros de Gerónimo Stilton. De esta forma, en una primera sesión les presente la aplicación, repase algunas de sus funciones básicas se le dejo tiempo libre para realizar alguna prueba, de tal forma que fueran descubriendo las posibilidades que ofrecía esta plataforma. Para asegurar que utilizas en el tiempo de clase para investigar en la aplicación se les solicitó que me enviasen está prueba, ya que contaría como tarea de clase. Una vez planteado el proyecto, y tras debatirlo con su tutora la cual me dijo que por temas de tiempo no podíamos hacerlo en otra sesión, se les dejo el cuento como tarea personal para casa, y se les comentó que se realizaría un libro con los cuentos que enviasen. 

Bien, el proyecto fue un éxito en cuanto a las competencias digitales que se querían alcanzar, puesto que todo es efímero en el formato y por tanto trabajaron como se esperaba con el procesador de texto, ahora bien, la redacción de los cuentos, las historias y en general la originalidad y el esfuerzo de los alumnos no fue el que yo me esperaba. Fue mi primer choque con la realidad del aula, puesto que esperaba más de lo que realmente debería haber esperado, lo hablé con su tutora y me comentó que debería de haber agotado algún tema para el cuento o haber tratado de hilarlos en pequeños temas concretos para facilitar a los alumnos la tarea de escribirlos, puesto que tanta libertad les hacía no centrarse y perderse. Tomé nota y lo tuve en cuenta para futuros proyectos. 

Fue en esta semana también que mi relación con el resto de docentes empezó a ser mucho mejor, empezaba a coger soltura y confianza dentro del centro y los docentes empezaban a acostumbrarse a mi presencia dentro de la sala de profesores, anteriormente me había juntado sobre todo con mis compañeros de prácticas, sin embargo a partir de este momento empecé a juntarme también con el resto de docentes, lo cual me dio no solo una perspectiva mucho más amplia de cómo funciona un centro por dentro, sino de como se estructuran las relaciones personales entre los docentes puesto que, al fin y al cabo, no dejan de ser personas. Pude ver cómo se establecían dinámicas de colaboración y otras relaciones menos positivas, sin embargo siempre manteniendo una relación cordial que permitía sé que la menta del centro fuese positivo, especialmente para los alumnos, y para no entorpecer el aprendizaje y la labor docente. 

Así concluyó estaba cuarta semana de prácticas, en la que aventura es mucho más dentro del aula, tuve mi primer choque con la realidad y empezaba a sentirme un profesor de verdad.

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